domingo, 30 de septiembre de 2007

Capítulo final


Creo que este es mi último blog acerca del TLC y todas las implicaciones que tiene, en el amplío sentido de la palabra (hasta en mis relaciones personales). Debo admitir que el tema, aunque así no lo quisiera, ya me tiene un poco cansado, pero no me quejo de todas las enseñanzas que me ha dejado y de las diferentes perspectivas que he aprendido en el camino. Sin embargo, es hora de cerrar el ciclo, y voy a tratar de dejar lo más clara posible mi posición.
Estos últimos días he visto como muchos de mis amigos, y en general la mayoría de la población, se ha segregado en un SÍ y un NO. Tal vez esto no sería un problema, si la falta de tolerancia y respeto entre ambos grupos no fuera una interferencia para el diálogo y la comprensión. Pero sí está ocurriendo así.


Ejemplo 1: Un anuncio del NO al TLC donde dicen que hay corazones buenos, corazones desprendidos, corazones amorosos. Pero también hay corazones egoístas, corazones que buscan el poder (acto seguido sale la calcomanía del SÍ). En cambio mi corazón ama a nuestro país (corazón del NO).

Ejemplo 2: Un anuncio del corazón del SÍ, que se enamora de uno del NO (bastante estigmatizado, por cierto) y que al final logra convencerlo para que vote a favor del TLC. Termina diciendo que la gente del SÍ si tiene corazón, aunque usted no lo crea.

Ejemplo 3: Los comentarios anteriores que escribí en referencia al tema de las decisiones (Posiblemente, El acusado tiene la palabra, Alienación) fueron criticados por varios de mis amigos, diciéndome que como podía ser tan irresponsable de no tener una posición definida cuando ya había pasado tanto tiempo. Además, asumieron cosas incorrectas, acerca de las cuales yo no había escrito. Los prejuicios tampoco se hicieron esperar, y de inmediato todos me preguntaron de una manera bastante agresiva (excepto Gonzo, a quien le agradezco su: "si se puede preguntar") cuál iba a ser mi voto en el referendo, buscando calificarme, como si mi posición me hiciera una buena o una mala persona.

Ejemplo 4: Una conocida me dice: "Pobrecita toda esa gente que está a favor del TLC (haciendo alusión a los que pertenecen a la clase baja), es que de verdad que no han leído ni se han informado, porque cómo diablos pueden votar SÍ. No saben lo que están haciendo."

El jueves estaba discutiendo con mi profesora de seminario acerca de la tolerancia. Ella me dijo que la tolerancia es un arma de doble filo, porque uno podría tolerar las ideas de otro, pero siempre terminaría pensando que lo absolutamente correcto es lo que uno piensa. O sea, se establece una relación de poder.
Luego de pensarlo un rato, me di cuenta que entonces la tolerancia no es nada si no existe bajo un marco de respeto. Apliqué uno de los principios de Camus de "El Mito del Sísifo" que dice que el hombre que vive sin engaños, debe creer que es es cierto lo que siente que es verdadero. Lo explico: uno puede tener su propia certeza acerca de las cosas y tenerlas como verdaderas si así se sienten. Pero uno debe aplicar lo que uno siente para sí mismo, no para los demás. Y si las otras personas piensan diferente porque los sentimientos les indican otra verdad, entonces debe respetarse su opinión y considerarla válida.
Todos los ejemplos anteriores reflejan de que si existe algún grado de tolerancia entre ambos grupos, pero definitivamente no hay respeto, porque creemos cada uno en verdades absolutas que aplican para todos. Creo que esa es una manera egoísta de ver el tema, sin considerar que el otro está votando a favor o en contra porque realmente siente que es correcto.
Por otro lado, mi indecisión ha sido mal interpretada. No sabía bien como definirla, pero hoy encontré una opinión en La Nación que explica bastante bien a lo que me refería.
El abogado Paul Rueda habla en este artículo de que existe una diferencia entre la intuición y la conciencia. Textualmente dice: "En principio, cuanto más complicado sea el asunto y menos conocimiento se tenga, más intervendrá la intuición y menos la conciencia." Aplicado esto al referendo, se podría decir que la mayoría de las personas van a votar por una intuición de lo que creen que es bueno, y no por un pensamiento racional. O sea, más o menos de nuevo a lo que se refería Camus.
No estoy diciendo que esta manera de decidir sea mala. De hecho, la cantidad de decisiones que cada uno tomamos basadas en intuiciones es muy grande. A lo que me refiero es que nuestro pensamiento va a estar basado en puras experiencias y cosas que hayamos oído, o sea, puros sentimientos, y no por el pensamiento racional. Entonces, la cantidad de información objetiva (porque si creo en la objetividad, pero ese es tema para otra ocasión) que se ignora acerca del TLC es casi total.
Así que ni modo. Si no me he leído el TLC completo ni soy abogado capaz de entenderlo, no estoy votando por algo de lo que racionalmente estoy seguro, solo es mi intuición. Y si así es, nunca voy a tener una posición definitiva, porque siempre voy a dudar. Y además, si me cierro a que solo mi punto de vista es correcto, nunca voy a tener la oportunidad de cuestionarlo, ni tampoco de considerar el del contrario.


Esa es mi indecisión.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Silbando con las aves

sip

Estoy olvidando, pero no quiero olvidar

Pasé grandes momentos de mi vida con ustedes,
algunos de los mejores, me atrevería a decir.
Ahora aúllo solo, en mi desierta ciudad de placeres,
pero la cambiaría gustoso, y al paraíso regresaría a vivir.

Porque hoy que me di cuenta de que estoy olvidando;
el problema, está claro, es que yo no quiero olvidar.
Sembré una semilla que germinó muy pronto
pero deje entre reglones mi deber de cosechar.

Prometí regresar, juré volver.

Esta vez no me vencerán mis miedos...

mi promesa cumpliré.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Alienación

Bueno, este es un comentario de doble propósito.

Primero que nada, quiero felicitar a NADA por el conciertazo de ayer. Estuvo super bueno maes, y que bien que al fin sacaron el CD. Además, Lolita Piñata fue una muy grata sorpresa, le veo mucho futuro a ese grupo, voy a seguirlos de cerca.



Por otro lado, para completar mi entrada anterior, voy a parafrasear a NADA con su Alienación:
No hay idea tan sublime
que me haga sacrificar
la belleza de lo que es
mi bandera en blanco hasta el final
...
Ciertamente, no criticaba el hecho de que uno no pueda tener una posición definida. El punto es saber administrar esa decisión, para no pasar por intolerante; más bien hay que reconocer dignamente al contrario y respestar sus ideas. Y por qué no, hasta considerarlas; las verdades absolutas no existen.
De cualquier modo, lo que menos ocupa el país en este momento es un pueblo dividido. Así que guarden sus banderas del No y del Sí. Y saquen la de Costa Rica.

lunes, 3 de septiembre de 2007

El acusado tiene la palabra

Mi corazón dice... NOOOO SEEEEE. Mi corazón dice DEJEN DE JODER. Que cada persona puede pensar por sí misma y elegir. Solo se ocupa la información objetiva; parcializarla es ser egoísta y manipulador.



¡Claro Esteban, ya somos 2!