
Por otro lado, para completar mi entrada anterior, voy a parafrasear a NADA con su Alienación:
No hay idea tan sublime
que me haga sacrificar
la belleza de lo que es
mi bandera en blanco hasta el final
...
Ciertamente, no criticaba el hecho de que uno no pueda tener una posición definida. El punto es saber administrar esa decisión, para no pasar por intolerante; más bien hay que reconocer dignamente al contrario y respestar sus ideas. Y por qué no, hasta considerarlas; las verdades absolutas no existen.
De cualquier modo, lo que menos ocupa el país en este momento es un pueblo dividido. Así que guarden sus banderas del No y del Sí. Y saquen la de Costa Rica.
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