martes, 15 de mayo de 2007

La infame femme-fatale

¿Y vos qué habías pensado? ¿Que me había olvidado de ti?
¿Que este mes no te iba a escribir, ma petit-amie?
No, no, no. Que va. Yo no soy un charlatán,
simplemente me quedé bebiendo una copa de Champagne.
Brindando por vos, y por los viejos tiempos.
Brindando en honor a mi futuro incierto.

Y así me la pasé brindando...
Y así es que yo fui olvidando...

Olvidándome de mis penas, las que me carcomían la piel.
Olvidándote morena, y esta vez siéndole fiel
al bolígrafo en mi mano, ese que me mantiene despierto,
el que va llorándole a la hoja y rellenando mi corazón desierto
con sentimientos inexistentes, y con otros más que sí son ciertos.

A veces parece que te acercás, a veces parece que andás lejos.
Y sé que este mes me anduviste acechando,
pero yo te escupí en la cara, y vos me gritaste: -¡Pendejo!

De cualquier modo, sos una infame femme-fatale
buscando acabar con mi cuerpo, celebrando mi final.
Pero a mi no me importa, si al fin y al cabo me muero;
en cambio el que no arriesga... ese que tenga miedo.

No hay comentarios.: